La cigarra según Anacreonte y Esopo

En la clase de Literatura Universal de hoy, Luisa nos ha puesto unos textos pertenecientes a Esopo y a Anacreonte en los cuales cada uno expresa su opinión sobre el tipo de personas a los cuales representa la cigarra, lo primero de todo antes de poner las diferencias y las relaciones entre ambos textos  y el correspondiente texto literario que pide Luisa voluntariamente para este blog, voy a poner ambos textos para que todos podías tener una opinión propia al respecto.


ODA A LA CIGARRA. ANACREONTE:                                    


¡Cuán feliz eres, cigarra, 


cuando en la cima de los árboles,


ahíta después de beber una gota de rocío, 


te duermes como una reina!


Cuando te rodea es tuyo,


y cuanto ves en la llanura


y cuanto produce el bosque.


Eres amada de los campesinos,


pues no causas perjuicio en sus campos;


los mortales te honran,


saludando en ti a la amable mensajera del verano.


Las musas te aman, y también


el propio Apolo, que te dio una voz armoniosa.


La vejez no puede alcanzarte, hábil hija de la tierra, 


tú que solo amas el canto,


tú que no conoces el sufrimiento,


tú que no tienes ni sangre ni carne y que casi te


pareces a los dioses





LA CIGARRA Y LA HORMIGA. ESOPO:


El sol del verano ardía sobre el campo. La cigarra cantaba a toda voz en las largas horas de la siesta, tranquilamente sentada en una rama.


Comía cuando se le antojaba y no tenía preocupaciones.


Entretanto, allá abajo, las hormigas trabajaban llevando la carga de alimentos al hormiguero.


Terminó el verano, quedaron desnudos los árboles y el viento comenzó a soplar con fuerza. La cigarra sintió frío y hambre. No tenía nada para comer y se helaba. Entonces fue a pedir auxilio a sus vecinas, las hormigas. Llamó a la puerta del abrigado hormiguero y una hormiga acudió. La cigarra le pidió comida.


_¿Por qué no guardaste en el verano cuando abundaba? ¿Qué hiciste? Le preguntó la hormiga.


_Cantaba respondió la cigarra.


_¿Mientras yo trabajaba? ¡Pues ahora baila! Dijo la hormiga dándole con la puerta en las narices.


Debemos ser prevenidos y pensar en el futuro, para no vernos luego en dificultades.   


DIFERENCIAS Y RELACIONES ENTRE AMBOS TEXTOS


Como ya he dicho anteriormente, hemos podido contrastar los textos de Esopo y Anacreonte, y en ellas pude observar que en ambos textos se presenta a una cigarra donde en ambos (uno lo crítica y el otra lo alaba) hablan de como es la cigarra.


Principalmente ambos textos se diferencian en que uno esta escrito en verso ("Oda a la cigarra"), y el otro esta escrito en prosa ("La cigarra y la hormiga"), en el que esta en verso, la cigarra se idealiza llegando a compararla con un dios o incluso Anacreonte llega a convertirla en la propia juventud, mientras que en el que esta en prosa, Esopo escribe una fabula donde crítica a la cigarra por ser poco precavida y muy despreocupada.


MI FABULA 


EL OSO Y LA ARDILLA

En el bosque donde el verano es ideal para tumbarse en una piedra al lado de un riachuelo en el cual poder tumbarse y estar tranquilo, el oso que aquello tanto le gustaba no quería que aquello acabara ya que consideraba que no debía trabajar durante esa época de relajación, es por eso que cuando un día vio a la ardilla yendo de un lado a otro sin parar le extrañó demasiado que alguien pudiese trabajar en aquella época tan buena para no hacer nada, así que decidió que la mejor manera de saberlo era preguntarle directamente a la ardilla.


- Disculpe señora ardilla puedo preguntarle algo- Dijo el oso.


- Por supuesto señor oso, en que puede ayudarle esta humilde ardilla a usted el gran oso- Dijo la ardilla.


- Vera quería saber el porqué está usted trabajando en un día tan bueno como este en vez de estar disfrutando- Dijo el oso.


- Verá, es que si no empiezo a recoger la comida ahora, luego cuando llegue el invierno no tendré la suficiente comida como para pasar esa dura época, y es más señor oso, le recomendaría que usted hiciera lo mismo- Dijo la ardilla.


 -Le agradezco su consejo, pero a mí no se me va a agotar la comida así que prefiero disfrutar del riachuelo y en vez de ponerme a trabajar- Dijo el oso.


El tiempo fue pasando y con él las estaciones hasta que por fin llegó el invierno, y el oso que no había conseguido encontrar nada de comida se estaba muriendo de hambre y por lo tanto no podía invernar, así que decidió ir a pedirle ayuda a la ardilla.


- Señor oso, ¿qué es lo que está haciendo usted aquí?-Preguntó la ardilla.


- Me preguntaba si no tuviese usted algo de comida para prestarme- Dijo el oso.


- Te dije que buscaras alimentos cuando hacía buen tiempo pero no me hiciste caso - Dijo la ardilla.


- Tiene usted toda la razón señora ardilla y ahora estoy sufriendo las consecuencias, pero por favor no deje que este pobre oso se muera de hambre- Dijo el oso.


Al final la ardilla terminó accediendo con la condición de que aquello no se volviese a repetir, así que el oso además de llevarse la comida se llevó una valiosa lección, ya que aprendió que no debía dejar para mañana lo que podía hacer hoy.


Espero que os haya gustado, no os voy a soltar una chapa como la del otro día con la entrada titulada "La sacerdotisa del desierto" pero sí he de decir que es mi primera fabula y es posible que la veías demasiado insignificante en relación a las vistas anterior mente u a otras como pueden ser "La tortuga y la liebre", pero en fin, de la experiencia se aprende, un fuerte abrazo y hasta la próxima.


Comentarios

  1. La historia me ha gustado, pero faltan muchas comas, y eso empobrece la narración. Saludos

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    1. Gracias por tus sugerencias, lo tendré en cuenta para futuras entradas y narraciones

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